domingo, 31 de mayo de 2015

Lucas Magnin "Experiencia" (2015).

Lucas Magnin es un compositor, escritor, músico y cantante, que con este su segundo disco, nos trae 13 canciones que él mismo se encarga en catalogar como música alternativa, pop, rock y art rock.
Aunque por momentos nos recuerde a los discos "El Ídolo" y "Amador" de Adanowsky, en "Experiencia", a nivel musical, nos encontramos con un disco fresco, lleno de pasajes sonoros muy bien logrados, con arreglos que dejan entrever el buen gusto de los músicos participantes, evitando todo tipo de exhibicionismo innecesario o virtuosismo estéril, logrando así de forma constante durante toda la obra un ambiente tan variado como homogéneo, con interpretaciones y arreglos justos en cada ocasión, siempre en favor de las composiciones.
A nivel sonoro el álbum es realmente impecable, pudiendo evidenciar el excelente trabajo de producción desarrollado, logrando disfrutar de principio a fin cada uno de los instrumentos que intervienen.
Compositívamente el disco intenta ser redondo. Posee canciones muy bien iniciadas y desarrolladas, pero descarrila sobre el final de las mismas, tanto así que de modo constante pareciera que cada una de las composiciones que integran la obra concluyen de la misma forma, utilizando una y otra vez el mismo tipo de resolución para todas, o en algunos casos, desdibujando todo lo desarrollado hasta el momento, esto de puede notar en "La plaga del invierno", en donde casi de forma abrupta se rompe un buen clima para pasar a una melodía de estilo 'oriental' con la voz de Jim Caviezel de fondo en su personaje de Jesús durante el film de Mel Gibson. En otros casos como en "Laberinto"; "Arte posmo"; "Los desconocidos"; y "Autorretrato", se despliegan a nivel musical finales irresolutos o a medio terminar, como si el mismo Lucas careciera de recursos para encontrarle la vuelta y así lograr algo redondo o autoconclusivo.
Vocalmente Magnin recuerda la mayoría de las veces a Joaquin Levinton (sobre todo en la canción "Atrás"), y en otros momentos es inevitable que su expresión no evoque a interpretes como Andrés Ciro Martínez, Warhol Oliveira, más algunos pasajes en donde recuerda a Luis Alberto Spinetta, evidenciando así cierta falta de identidad o personalidad que dote del peso interpretativo al que intenta aspirar Lucas a través de sus propias canciones. Todo esto sin contar los pasajes en donde directamente su voz suena desafinada o desentonada. Como es el caso de "Mito de la caverna", en donde desafina cada vez que va al falsete. Y "Tic tac", en donde las estrofas suenan desentonadas, sobre todo en las notas bajas.
Melódicamente el disco tiene sus momentos de monotonía y repetición, como en las canciones "Laberinto"; "Arte posmo"; "Los desconocidos"; "Segunda". Y también tiene momentos realmente admirables por su solvencia y gancho, tal es el caso de las canciones "Atrás"; "Autorretrato"; "Mito de la caverna"; y "23", en donde sus estribillos rebozan de melodías redondas, atractivas, realzando de forma exquisita cada una de las composiciones.
Líricamente la obra peca de la constante auto valoración de las propias convicciones en detrimento de quienes no tuvieron su mismo vivir o sentir. En esto Lucas se muestra de forma insistente usando casi como cábala las contraposiciones en cada una de sus letras, evidenciando así una búsqueda de singularidad que bordea el elitismo, siempre apuntando hacia afuera (los otros), tanto así que ni siquiera en la canción "Autoretrato" logra algo intimo o medianamente transparente, sino todo lo contrario, logrando mostrarse tal cual en la portada del disco, como una mezcla entre Julio Iglesias y un Dandy de los 70s, preso de si mismo, lejos de todo, de todos, inmerso en su propia realidad, en su comodidad, sin riesgos de ningún tipo, alejado de todo aquello que le posibilite cambio, crecimiento, o que le brinde la superación que dice no encontrar en aquellos de quienes tanto habla; dibujando cada frase de cada canción de tal forma que diera la impresión de estar leyendo a alguien que pretende escribir como si fuese Salomón en el libro Eclesiastés, pero sin la guía de este último.
Aún así hay momentos en que el resultado global de las canciones supera a la suma de las partes, logrando paisajes sonoros realmente destacables, como lo es la canción "El extranjero", la cual hace gala de tener en el disco los arreglos y sonidos más logrados, los rítmos mas variados, tanto así que la misma representaría una muy buena opción para ejemplificar lo que es el estilo "World Music".
"Experiencia" un disco musicalmente sólido, pero que en textos nos muestra a un Lucas Magnin muy lejos de prolongar algún sabio proverbio que le advierta de su propia verborragia sin dejarlo a merced de la misma, tal como sucede en "Autoretrato", donde apunta "He visto salir muchos por la puerta principal pero sin identidad.", y por lo visto Lucas ya salió.

Mr. Moonlight

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