Estilísticamente el grupo se enrola en un rock/pop sencillo, efectivo, de calidad, con muy buenas instrumentaciones, en donde los matices brillan de par en par en cada una de las canciones.
A nivel instrumental la banda suena concisa, ajustada, ubicada. En esto es notable que los músicos tienen muy en claro su rol dejando de lado todo tipo de exhibicionismo estéril y trabajando siempre en favor de la melodía, de la canción, todo aplicado con excelente criterio y buen gusto. Ejemplo de esto es "Estrellas rosas", en donde la banda se despliega a sus anchas con una de las melodías y rítmos más gancheros y memorables de la placa, dejando muy en claro la solvencia y practicidad con la cual se desenvuelven, sobre todo Franco Lunghitano, quien desarrolla exquisitos arreglos de guitarra y un solo repleto de buen gusto y matices.
Vocalmente el disco es muy bueno. Lucas Alanis hace gala, no solo de técnica, sino de interpretación, siempre utilizando el matiz justo, con el color y tonos necesarios en cada composición, llenando a cada una de ellas no solo de su personalidad, sino también de emoción en cada palabra. Quizás el único escollo que le encontré sea el hecho de que en algunas palabras las sílabas que incluyen las letras "S", "LL", "Y" son pronunciadas muchas veces como "SH", notándose en frases como "Mira SHO te quiero..." (en la canción "Porque te quiero"); o como en el caso de "Estrellas rosas", donde claramente se puede escuchar "...se clavan como astiSHAS quiero pastiSHAS para el aSHER", o también más adelante, sobre la misma canción "...en mi mente estaSHAS". Más allá de ese detalle, el resto es de una calidad pocas veces escuchada dentro del género en una ciudad como lo es Córdoba. No está demás decir que Lucas sabe bien que es lo que busca, y logra demostrarlo de forma cómoda y efectiva en cada momento.
Líricamente la obra es muy completa, en donde se nota que hay una búsqueda que va más allá de lo superficial, explorando en lo cotidiano lo profundo, logrando desenterrar pensamientos, emociones, reflexiones, todas sustentadas por una razón, un porque, un objetivo, en donde las palabras esgrimidas son acompañadas sin tropiezo alguno por composiciones que parecieran haber sido creadas para tal fin, en donde la melodía no es una excusa o una casualidad, sino un medio por el cual realzar la expresión, el gancho, logrando atrapar al escucha, y en muchas ocasiones queriendo más.
A medida que fui descubriendo el CD es que gratamente GEMINIS me recordó a una versión siglo XXI de lo que fuera alguna vez en los 90s la banda mexicana Caifanes, solo que en el caso de los locales, su propuesta llega a ser un tanto más intimista, imprimiéndole a la personalidad del grupo su propia identidad, en donde las influencias son notables, pero lejos están de ser unos imitadores. Muestra de esto son las propias canciones, como es el caso de "Libre", "Cada segundo", "Caer", y "Cadaver en París" en donde es clara la solvencia con la que se desenvuelven y logran acometer sus objetivos.
GEMINIS una banda con contenido, con forma y personalidad, en donde de buenas a primeras al comenzar la obra nos dicen de forma muy sencilla "Crees feliz el ayer y eso no es crecer", lo cual no habla solo de su presente, sino de la forma en que apuntan hacia un nuevo futuro.
Mr. Moonlight.