
A nivel musical y sonoro el disco es realmente exquisito, sublime. El mismo respira excelencia y colores tan variados como sus intenciones. Con una producción artística cuidada hasta en el más mínimo detalle, en donde cada instrumento, cada sonido, encanjan a la perfección, como si se tratara de la maquinaria del reloj Suizo más fino del mercado. Con paisajes sonoros realmente conmovedores y muy logrados. Tal es el caso de las canciones "Puedes dibujar la ausencia"; "Barcos sin alas"; y "Solo hay camino", en donde se respira el buen gusto a raudales, con instrumentaciones sublimes, no solo en técnica, sino también en emotividad.
Melodicamente el disco hace agua por los cuatro costados, sobre todo porque las melodías carecen de 'gancho', de ideas sólidas que le adviertan al escucha que las canciones son diferentes entre si. Que sino fuera porque musicalmente el resultado reboza personalidad, uno no percibe la diferencia entre tema y tema. Y sobre todo cuando nos encontramos ante melodías tan similares entre si, de esto como prueba estan "Ay nenita" y "Nómade", en donde al desarrollarse las estrofas es que ambas canciones respiran el mismo rítmo, cadencia y melodía de forma casi identica entre si. Lo mismo ocurre con "Niñas", en donde la melodía de las estrofas recuerda demasiado a "Puedes dibujar la ausencia". Es una lástima que ante tan buenos paisajes sonoros sean contadas con los dedos de una mano las excepciones en donde se perciba la frescura que exudan canciones como en "Ay nenita" o "Puedes dibujar la ausencia", las cuales tanto por su rítmo y melodía, se te impregnan de forma muy acertada e inmediata.
Líricamente O-bri intenta mostrarse interesante, profundo, humilde y pueril, pero tal cual como ocurre con su voz, es rebuscado, impreciso, repetitivo y carente de personalidad, mostrando una constante falta de recursos (u obsesión) al repetir de forma casi constante durante las 14 canciones que se suceden en el disco las palabras 'solo' (31 veces); 'mi' (28 veces); 'tus' (26 veces); 'sin' (25 veces); 'piel' (20 veces); 'amor', 'cielo' (19 veces); 'quieres' (18 veces); 'manos' (16 veces); 'cuerpo', 'ojos' (13 veces); 'hoy', 'caricias' y 'hasta' (11 veces); 'alas', 'fue' y 'tiempo' (10 veces). Acrecentando aún más de esta forma la constante sensación de monotonía que envuelve a las letras de las canciones. Todo esto sin contar las referencias totalmente innecesarias y rebuscadas hacia los autores que tanto reverencia, como es el caso de la canción "Muda Piel (a L.A.S)", en donde nombra a la "Ana no duerme" de Almendra, logrando un resultado inconexo con el resto del texto. "Ay nenita" posee una de las letras más redondas y autoconclusivas del disco, que por momentos pareciera que hace referencia a 'Lolita', pecando de cierta misoginia/machismo. "Puedes dibujar la ausencia" es sin duda alguna lo más asentado y maduro que como escritor se puede apreciar de Osvaldo en la obra.
"AIRESUENAENPIEL", un excelente trabajo sonoro/musical que nos muestra a un O-bri buscando un sentido a lo vivido, un re diseño de la propia experiencia, la cual intenta encausar cerrando el disco con "Solo hay camino", en donde se puede encontrar la frase "Si diseñamos desde el error la vida nos mezquina un buen final."
Mr. Moonlight
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